CUARENTA PINTURAS EN BUSCA DE VOZ 16/40
las obras de la colección contadas por sus observadores
La Colección del Centro, compuesta por cuarenta obras sobre lienzo y veinte sobre papel, abarca un arco cronológico que permite conocer la trayectoria de Guerrero, artista considerado como una referencia del arte español contemporáneo: su obra arranca con la influencia de Matisse y Picasso mediados los años cuarenta y se desarrolla con el descubrimiento de la abstracción en el entorno americano de los primeros cincuenta, el impacto del pop art a finales de los sesenta y el hallazgo de un sistema formal propio a partir de los setenta, hasta llegar a la plena madurez.
De entre los aspectos destacables tanto en las obras de José Guerrero como en su propia trayectoria, sobresale la circunstancia de haber afrontado el impacto, la herencia y el magisterio de los grandes del expresionismo abstracto americano sin haber sucumbido ante su formidable peso. El artista poseía la solidez necesaria para absorber los aspectos más trascendentes de aquel movimiento sin ser fagocitado por él. La obra de José Guerrero alcanzó su propia dicción, su propia dimensión y su propia altura, hasta convertirse en la de un artista de enorme capacidad expresiva. Dentro de la escena artística americana, su lugar está perfilado como el de un creador poderoso y original; y dentro de nuestro espacio artístico su lugar es el del pintor puro, radical y brillante que llegó a ejercer gran influencia sobre muchos de los artistas españoles contemporáneos.
Paisaje horizontal, 1969
Óleo sobre lienzo
114 x 195 cm
Colección Centro José Guerrero, Granada
CARLOS LEÓN
5 junio 2017 / CENTRO JOSÉ GUERRERO (OFICIOS, 8) / 19.30 h
entrada libre hasta completar el aforo
CARLOS LEÓN
(Ceuta, 1948) forma parte de la generación que, desde los años setenta, se interesó por los nuevos caminos de la abstracción pictórica, y esgrimió el ejemplo de Guerrero. Así quedó patente en su participación dentro de la muestra El efecto Guerrero, donde, a propósito de su evolución, se recogen unas palabras que siguen siendo oportunas:
“acentuará la veta expresionista, informal y tachista de su pintura, que cada vez se desenvuelve en el plano del lienzo con mayor capacidad expresiva, empleando los dedos, la mano y todo el cuerpo en el acto de pintar. El resultado son grandes formatos, atravesados por un magma intenso y emotivo, desorganizado, aformal, de una pasta pictórica soberbiamente dispuesta, que se puede alinear con los grandes nombres del expresionismo norteamericano”.