VIII CICLO DE MÚSICA CONTEMPORÁNEA

VIII CICLO DE MÚSICA CONTEMPORÁNEA

Alrededores de la torre de la Catedral de Granada
16 Y 23 de noviembre de 2009
20:30 h
Organiza: Centro José Guerrero

 

Descripción:

El Centro José Guerrero presenta en noviembre una nueva edición de su Ciclo de Música Contemporánea. Con esta actividad, el Centro mantiene su compromiso no solo con el arte contemporáneo, sino con otras disciplinas artísticas, como es en este caso la música.

El ciclo cumple su octava edición este año, y cuenta, como en las anteriores, con la colaboración de la Asociación de Amigos de la Orquesta Ciudad de Granada.

Al igual que en ediciones anteriores, se celebra los lunes aprovechando que el museo está cerrado para la visita a las exposiciones.

Del programa podemos destacar el estreno mundial de la obra XYZ Kakarigiana para contrabajo solo de Pedro Guajardo , y de la obra Cuatro Sonoridades sobre la poesía de J.C. Friebe de Frano Kakarigi .

Como en otras ediciones, se busca la difusión de la música contemporánea, a la vez que se intenta dar a conocer a jóvenes intérpretes y compositores, de gran talento y profesionalidad.

Lunes 16 de noviembre DE 2009
Horario
20.30 horas
José Ignacio Perbech, violonchelo

Programa:

“Colores del viento…”

Gyorgi Ligeti
Sonate (1948-1953)
Dialogo
Capriccio

Allan Botschinsky
Colours for violoncello (2004)
Blue

Ernest Bloch
Suite nº1 (1956)
I. Prelude
II. (Allegro)
III. Canzona
IV. Allegro

Allan Botschinsky
Colours for violoncello (2004)
Deep blue

Mauricio Kagel
General Bass (1971)
(para instrumento de sonido continuo)

Sansar Sangidorj
Susurros del viento (2003)
(para violonchelo y wind-chimes)
LUNES 23 de noviembre DE 2009

HORARIO
20.30 horas

ENSEMBLE Collage

Juan Carlos Chornet, flauta
Hanna Nissonen, viola
Kathleen Balfe, violonchelo
Esperanza Martín, arpa
Noelia Arco, percusión
Anni Raunio, mezzosoprano
Frano Kakarigi, contrabajo

Programa
Alfred Schnittke
Hymnus II para violonchelo y contrabajo

Franco Donatoni
Marchas para arpa sola

Pedro Guajardo
XYZ Kakarigiana para contrabajo solo  (Estreno mundial)
«LorCrumb – Jitanjáfora» para voz, flauta, arpa, contrabajo y percusión

Iluminada Pérez
Alquimia de la Sombra para flauta y percusión

Kaija Saariaho
Mirrors para flauta y violonchelo

Frano Kakarigi
Cuatro Sonoridades sobre la poesía de J.C. Friebe
para mezzo, flauta, viola, violonchelo, arpa y percusión (Estreno mundial)

 

Detalle del programa:
16 de noviembre de 2009

 

INTÉRPRETES

José Ignacio Perbech, violonchelo
Nació en Huesca donde comenzó sus estudios de violonchelo con Mª José Calabuig. Posteriormente realizó estudios de postgrado con Marçal Cervera en Barcelona y, becado por la Jonde e Ibercaja, se trasladó a Viena para estudiar con Florian Kitt y Howard Penny. Ha recibido el apoyo de Frans Helmerson, Arto Noras, Iwan Monighetti, Daniel Grosgurin, Jaap Ter Linden… Ha sido miembro de la Joven Orquesta Nacional de España y de la European Union Youth Orchestra con quien llegó a actuar bajo la batuta de Vladimir Ashkenazy y Bernard Haitink. Desde 2004 es Ayuda de Solista de Violonchelo en la Orquesta Ciudad de Granada donde mantiene una intensa actividad camelística.

NOTAS AL PROGRAMA

El violonchelista José Ignacio Perbech nos ofrece esta noche un programa que, bajo el sugerente título “Colores del viento”, recorre algunas de las páginas maestras en la composición contemporánea para violonchelo que, en varios casos, guardan una sutil relación con el mundo de las artes plásticas.

Sin duda, uno de los autores contemporáneos más conocidos es György Ligeti (1923-2006). De producción heterogénea, su lenguaje ha ido evolucionando a través de múltiples tendencias estéticas y métodos compositivos. Poco dogmático y menos ortodoxo, definió como sello propio el uso de la micropolifonía y la creación de atmósferas sonoras de texturas diferenciadas. Entre otros elementos de su lenguaje se encuentran inspiraciones en la música africana o en el folklore húngaro y rumano.

Entre las obras de la primera época de Ligeti encontramos la Sonata para violonchelo, compuesta entre 1948 y 1953. Esta sonata fue escrita en una Hungría en la que el control político sobre la creación cultural se había endurecido. Frente a las obras corales de este momento, compuestas dentro de una estética oficial, la Sonata para violonchelo es una muestra de un lenguaje más desarrollado y demasiado transgresor para el momento político, por lo que su proyección internacional tuvo que esperar más de una década.

Otro de los clásicos del siglo XX es el compositor americano, nacido en Suiza, Ernest Bloch (1880-1959). Las tres Suites para violonchelo solo fueron escritas por Ernest Bloch entre 1956 y 1957, siendo una clara muestra de su madurez creativa. Finamente escritas, estas tres suites hunden sus raíces en las suites para chelo de Johann Sebastian Bach; de hecho, formalmente sigue el esquema de preludio y danzas propio de la suite barroca. Bloch consideraba el violonchelo al mismo nivel que la voz humana, pasional y capaz de mantener la línea melódica sin asistencia de otro instrumento. De entre ellas, la Suite núm. 1 es la más accesible al público; construida en cuatro movimientos, combina elementos líricos que evocan el estilo cantabile del pasado junto con otros pasajes rítmicamente más poderosos y dinámicos.

El compositor danés Allan Botschinsky (Copenhagen, 1940) declara haber sentido desde su infancia una especial inclinación por el Jazz. Educado en la tradición clásica por sus padres, desde su juventud compaginó los estudios reglados de trompeta y composición en el Conservatorio de Copenhagen con la interpretación en bandas de jazz amateur. En la actualidad es reconocido mundialmente como uno de los compositores y directores daneses más reputados.

El estilo de Botschinsky ha encontrado el difícil punto de equilibrio que existe entre la música clásica contemporánea y el jazz. Desde el año 2000 se encuentra trabajando en un ciclo de composiciones que, bajo la denominación común de Colours va explorando los timbres de la orquesta; se trata de composiciones para un solo instrumento en la que el autor indaga en las posibilidades expresivas de cada elemento tímbrico. En Colours for violoncello, compuesta en 2004, utiliza la línea melódica como punto de partida de una composición que va desarrollándose a través de elementos de muy diversa procedencia: la tradición centroeuropea, la dialéctica del ruido, los ritmos sincopados del jazz, etc. Consta de tres movimientos: Blue, Turquise Blue y Deep Blue; según el autor, cada azul requiere del intérprete la expresión de un sentimiento, tales como sensualidad o melancolía. De Colours for violoncello escucharemos los números Blue y Deep Blue, a modo de pinceladas de color en medio del programa.

Mauricio Kagel (1931-2008), fue uno de los principales nombres de la Nueva Música alemana en la segunda mitad del siglo XX. Nacido en Argentina, desde los inicios de su carrera internacional mantuvo una estrecha relación con Colonia, donde fijó su residencia en 1957. Allí, en la Escuela Superior de Música, ocupó una cátedra hasta su jubilación. Desde ella ha enseñado a varias generaciones de compositores, centrando su atención en el complejo diálogo entre música y teatro dentro del mundo contemporáneo. Tuvo varias incursiones en el panorama musical español, siendo recordado por la banda sonora que escribió en 1983 para Un perro andaluz de Buñuel.

General Bass fue compuesta en 1971 para un instrumento de bajo continuo, pudiendo ser tocado por un órgano, un contrabajo o, como en el programa de hoy, por un violonchelo. La pieza entró a formar parte en 1972 del ciclo Programm, que bajo el subtítulo “conversaciones con música de cámara” incluye once páginas del autor destinadas tanto a instrumentos solistas como a diferentes combinaciones camerísticas. Compuesta en una etapa en la que Kagel realiza una desconstrucción de la tradición sinfónica, en General Bass quiere constatar la importancia que los instrumentos destinados a realizar el continuo han tenido para la evolución de la música, haciendo válida su dialéctica dentro de la contemporaneidad.

El programa se cierra con una obra de Sansar Sangidorj. Nacido en 1969 en Ulaanbaatar, Mongolia, inició sus estudios con su padre, el también compositor Choigiv Sangidorj. Sus estudios de composición los inició en Ulaanbaatar con Gonchigsumlaa Samba, concluyendo su formación en el Conservatorio Thaikovsky de Moscú con Albert Leman. También ha realizado un postgrado en composición en el Conservatorio Superior de Madrid con Antón García Abril.

Su carrera se desarrolla a caballo entre su país natal y los Estados Unidos de América, donde su música ha tenido en la última década una gran proyección. Se le conoce sobre todo por su música de cámara; a través de su obra podemos observar un interés por la experimentación tímbrica, transformando instrumentos tradicionales en fuentes sonoras poco convencionales. En su ideario compositivo encontramos elementos propios de la tradición mongola y presupuestos emanados de la filosofía zen del orden y del equilibrio armónico en la naturaleza. Así, en Wind of Memory (Susurros del viento), escrita en 2003, fusiona el sonido del violonchelo con sonajas de viento en un discurso con un sentido orgánico; la escritura de esta partitura recorre la amplia gama del chelo, desde los sonidos más profundos hasta los armónicos más etéreos, mezclando sus sonidos con el caprichoso canto de las sonajas, que se estimulan por medio de un ventilador para crear un efecto aleatorio sumamente evocador. La obra fue estrenada en 2003 en Huesca por José Ignacio Perbech, en el marco de la exposición “No and Yes. Libro a cuadros” de los artistas plásticos Isidro Ferrer y Nicolás Sánchez.

Gonzalo Roldán Herencia

 

23 de noviembre de 2009
INTÉRPRETES:

ENSEMBLE Collage

Juan Carlos Chornet, flauta
Hanna Nissonen, viola
Kathleen Balfe, violonchelo
Esperanza Martín, arpa
Noelia Arco, percusión
Anni Raunio, mezzosoprano
Frano Kakarigi, contrabajo

NOTAS AL PROGRAMA

Ensemble Collage nos ofrece esta noche una propuesta sumamente interesante y singular que realiza un recorrido por la música de cámara contemporánea, desde un clásico del siglo XX como Alfred Schnittke hasta el estreno absoluto de sendas obras escritas por Pedro Guajardo y Frano Kakarigi. Se trata pues, de un programa con muchos nombres propios, cada uno con un particular lenguaje creativo.

Alfred Schnittke (1934-1998) es ya un clásico de la música contemporánea. Nacido en Rusia, desarrolló prácticamente toda su carrera en su país natal. Su proyección estuvo parcialmente restringida con anterioridad a la Perestroika; sin embargo, en las últimas décadas del siglo XX se descubrió como uno de los compositores soviéticos más experimentalistas en lo que al uso del lenguaje de vanguardia se refiere. Precisamente por este motivo tuvo en varias ocasiones problemas con el control político comunista, que llegó a prohibir el estreno y edición de algunas de sus obras. En sus últimos años se instaló en Hamburgo, donde enseñó composición y donde murió tras una década de delicada salud. Su obra es hoy un legado en el panorama musical ruso.

La creación de Hymns tuvo lugar entre 1974 y 1979. Este ciclo de cuatro himnos marcan el inicio de una nueva etapa creativa en la cronología de Schnittke, en la que paulatinamente va definiendo un nuevo lenguaje más homogéneo basado en el rigor estructural; aunque continúa utilizando la alusión a otras músicas, lo hace por medio de elementos internos de la música, abandonando la cita literal. Cada himno está escrito para una formación camerística diferente. El Hymnus II Schnittke juega con la dialéctica que ofrece el uso de dos instrumentos graves como el violonchelo y el contrabajo, dentro de un juego motívico rico en alusiones al evocador carácter recitativo de la composición.

Franco Donatoni (1927-2000) ha sido uno de los compositores italianos que más ha trabajado en la definición de la orquesta contemporánea a través de su caleidoscópica producción. Inició su formación como violinista en su Verona natal. Tras la Segunda Guerra Mundial completó estudios en Bolonia y en Roma con Pizzetti y Petrassi. Compañero generacional de Bruno Maderna, Franco Donatoni es hijo del Darmstadt de los años cincuenta. Desde entonces su música buscó ser coherente con la dialéctica contemporánea, centrándose en las perspectivas estructurales que se derivan de la diversidad instrumental, desde los instrumentos solistas o los pequeños grupos de cámara hasta las más diversas y amplias combinaciones orquestales.

Escrita en 1979, Marchas para arpa sola es una muestra de cómo Donatoni decide experimentar en la composición para un instrumento solo, que le permite al mismo tiempo explorar paso a paso las posibilidades expresivas de la paleta tímbrica orquestal y crear un corpus musical específico para diferentes solistas. En este periodo compuso varias obras para instrumento solista en dos movimientos, que pueden funcionar en solitario o bien combinarse con otras piezas para formar un trío. Tal es el caso de Marchas para arpa, que combinada con Nidi para piccolo (1977) y Clair para clarinete (1980) configuran el trío Small (1981).

Pedro Guajardo* es uno de los compositores españoles de última generación que más prometedora carrera parece tener. Formado en los principales foros Europeos, completó sus estudios de composición y dirección en Estados Unidos. De este autor se interpretan hoy dos obras. En primer lugar, XYZ-Kakarigiana tendrá hoy su estreno mundial en las manos de Frano Kakarigi, dedicatario de la partitura. Está escrita para meta-contrabajo solo (contrabajo ‘preparado’ y electrónica en vivo). El propio Guajardo nos comenta la génesis de la obra: “Originada en 2005/06 y tras un prolongado letargo, aquí se actualiza y revisa con nuevas ideas. Está dedicada a Frano Kakarigi, a quien conocí originalmente por ser maestro de nuestro hijo Atlante. XYZ hace referencia a las 3 dimensiones espaciales, que en este caso mediante un dispositivo electrónico óptico similar al theremin, permite al solista controlar en vivo y por sí mismo el grado de procesamiento generado por el propio contrabajo, convirtiendo a éste en un meta-instrumento”.

La segunda obra de Guajardo, LorCrumb-Jitanjáfora, está escrita para voz y conjunto de cámara. Según el propio autor, “En esta obra se hace referencia a Federico García Lorca, al compositor norteamericano George Crumb y al recurso estilístico consistente en el uso de palabras, onomatopeyas, etc., carentes de significado pero de gran poder evocador. Fue compuesta en 2006 por encargo del quinteto ‘En la Luna’, rodando por Andalucía con el Circuito Andaluz de Música. Se utiliza el espacio escénico como lugar para desarrollar un ritual mágico que conecta con el inicio ancestral de la música”. La obra está dedicada al padre del compositor, el pintor Guajardo.

Iluminada Pérez Frutos es otra de las figuras de la composición española que mayor proyección están teniendo en la última década. Actualmente es profesora del Conservatorio Superior Victoria Eugenia de Granada. Su obra Alquimia ha sido estrenada en Madrid, en el Centro Cultural Salmerón, hace tan sólo un mes, siendo la de hoy una de sus primeras ejecuciones públicas. Escrita para flauta en Sol y marimba, está inspirada en el villancico anónimo Quien con veros pena y muere del Cancionero de Elvas, manuscrito portugués del siglo XVI con música y poemas de la época renacentista. Dicho manuscrito es una de las fuentes más importantes de música profana en la Península Ibérica, que contiene obras en portugués y castellano. En palabras de la propia compositora, Alquimia se define como una transmutación maravillosa e increíble. Por tal motivo, el planteamiento sonoro de la obra consiste en la transformación del sonido con diferentes grados de luminosidad, ataques, alturas, timbres. Los materiales, extraídos del mencionado villancico, se transforman a lo largo de la pieza en sonoridades complejas. La primera sección, en forma de oscilaciones de viento, confluye en la cita del villancico, la cual representa un homenaje a la tradición renacentista. La cita inspira un ambiente de solemnidad sublime, tranquila, con un tiempo prudencial para la reflexión en el que el tiempo transcurre sin ser fraccionado. La siguiente sección es una trama en movimiento muy rápido, de la que emergen estructuras melódicas y rítmicas generadas por la repetición más o menos regular, de bucles creados a partir de una célula germen, que aparece al comienzo de la obra. Todo este entramado concluye en un pasaje de sonidos pedales que late sobre un pulso profundo, para ir desapareciendo hasta llegar al umbral del silencio.

Kaija Saariaho es una de las compositoras finlandesas más renombradas del momento en Europa. Estudió composición en la Academia Sibelius con Paavo Heininen; completó estudios con Brian Ferneyhough y Klaus Huber. Ha trabajado en los campos de la música electroacústica, música minimalista y música concreta. Afincada en Francia, en las últimas dos décadas ha extendido su lenguaje con la incorporación de las nuevas tecnologías a su lenguaje compositivo, labor por la que ha sido galardonada con premios tan prestigiosos como el Ars Electronica. Su producción camerística se caracteriza por un lenguaje moderno, aunque no particularmente disonante, que ha adquirido últimamente gran popularidad. En este sentido, le gusta experimentar con la manipulación de los instrumentos, tanto en un sentido tradicional como en otras formas menos ortodoxas. El uso y “abuso” de las técnicas interpretativas puede observarse en Mirrors para flauta y violonchelo, pieza compuesta en 1993 en la que enfrenta dos timbres aparentemente lejanos que, sin embargo, encuentran en la interpretación de esta partitura lugares comunes a través de un juego de imitaciones en espejo, de donde deriva su nombre.

El concierto se cierra con la obra Cuatro Sonoridades del contrabajista y compositor Frano Kakarigi*. Miembro de la Orquesta Ciudad de Granada, Kakarigi ha desarrollado una intensa labor de difusión del repertorio para contrabajo solista, destacando sus trabajos sobre el compositor finlandés Teppo Hauta-Aho. Las Cuatro sonoridades fueron escritas en agosto de 2008. Su composición está inspirada por los poemas del libro Briznas del poeta granadino Juan Carlos Friebe. En estas cuatro inclusiones musicales a la poesía de Friebe se han seleccionado los poemas “Luz”, “Faro”, “Cancioncilla de Juguete” y “Lázaro de nuevo”; en palabras del compositor “estos cuatro poemas me parecieron música hablada, invitándome así a proporcionarle música sonora”. La mezzo Anni Raunio pondrá voz a estas cuatro evocaciones sonoras que servirán como broche de oro a este programa.

* Agradezco a Pedro Guajardo y a Frano Kakarigi el que me hayan proporcionado su testimonio para elaborar la información relativa a las obras de estreno del presente programa.

Gonzalo Roldán Herencia

 

COMPOSITORES

Pedro Guajardo Torres
Nace en Madrid en 1960. Estudia en el Conservatorio de Madrid y asiste a distintos cursos internacionales en ciudades como Granada, Santiago de Compostela, Darmstadt, Siena, etc. En 1987 marcha a los EE.UU. y realiza un master en composición en el California Institute of the Arts como becario Fulbright y otro en dirección de orquesta en la University of Missouri-Columbia. Entre otros ha obtenido el 3º Premio Internacional de Composición por Ordenador «Pierre Schaeffer» en Italia, 1998; 1º premio de Composición para Armónica de Cristal «Thomas Bloch» 2000, Francia; 1º premio del IV concurso Internacional «Eduard Grieg Memorial» 2000, Noruega. Durante los dos últimos años ha sido artista y director invitado en la Universidad de Columbia-Missouri, EE.UU. y profesor de música visual en el departamento de arte. Es profesor de composición electroacústica y medios audiovisuales en el Conservatorio Superior «Victoria Eugenia» de Granada.

Frano Kakarigi
Natural de Dubrovnik (Croacia), se graduó en el Conservatorio Superior de Zagreb, completando sus estudios en la Ecole Normale de Musique parisina, becado por el gobierno francés y posteriormente en la Universidad de Michigan. Ha sido ganador del Concurso de Jóvenes Interpretes de la ex -Yugoslavia, premio de la critica musical del diario “Vjesnik” de Zagreb y premio de la Universidad de Zagreb, entre los más importantes. Es miembro de Taima Granada desde su fundación. Su gran dedicación a la pedagogía le ha llevado a impartir clases en distintos Cursos Internacionales. Durante cinco años ha ostentado el puesto de catedrático en el Conservatorio Superior de Murcia y cuatro años en el Conservatorio Superior de Granada. Fue contrabajo-solista de la Orquesta Filarmónica de Zagreb durante cinco años y desde 1991 es contrabajo-solista de la Orquesta Ciudad de Granada.

Juan Carlos Friebe
Nace en Granada en 1968. Es autor de cinco libros: “Anecdotario” (1992) “Poemas Perplejos” (1995), “Aria contra coral” (2002), “Las Briznas” (2007) y “Hojas de morera” (2008). Junto a Cristina Rodríguez adaptó al español el poemario “Sohailin lumous” del escritor finlandés Erkki Vepsäläinen (2005). Diversos poemas y escritos suyos han aparecido en fancines de carácter independiente y publicaciones literarias. Entre sus colaboraciones destacan los poemas compuestos para los catálogos de las exposiciones “Mundos paralelos”, de la grabadora María José de Córdoba (2002), “Concordancia, concordancias” (2007) y “Escultura” (2009), del escultor Agustín Ruíz de Almodóvar, o “Un kílim para Rimbaud” (2009), del pintor Valentín Albardíaz, así como los textos para la instalación “Tres estancias de un apartamento burgués” (2007), del artista Jaime García. En breve aparecerá una nueva obra suya basada en la tragedia de Eurípides, “Las Bacantes”.