40 pinturas en busca de voz 28/40
Las obras de la colección contadas por sus observadores
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Penetración
PABLO SYCET
Centro José Guerrero
Jueves 1 de junio de 2023 a las 19:30 h
Entrada libre hasta completar el aforo
El Centro José Guerrero invita a una serie de escritores, historiadores del arte y artistas a elegir y exponer una obra de la Colección, y las razones que a su juicio motivan esta elección. Tienen en común ser buenos conocedores de Guerrero y de la Colección del Centro, y en muchos casos han estudiado una u otro. En esta ocasión nos ofrecen una aproximación menos académica, más personal.
Más allá de la apreciación de Serge Guilbaut sobre las obras de Guerrero de principios de los años sesenta, que «recurrían a la fluidez y al color, pero sobre todo son vehementes representaciones abstractas de masas pictóricas coloreadas rivalizando por una posición en el plano del cuadro», creo que su Penetración de 1961 es un ejemplo de erotismo poderoso y descarnado, un ejercicio instintivo de liberación y superación de todos los traumas y estigmas con los que José Guerrero llegó a Estados Unidos una década antes y, en definitiva, una obra que, por su planteamiento formal y cromático, ya permite entrever la explosión de color que se convertiría en una de las señas de identidad de su talento creador, desde entonces y hasta el fin de sus días.
Pablo Sycet (Gibraleón, Huelva, 1953) es uno de los artistas andaluces imprescindibles de su generación -la de los años 80-, posiblemente la última para los que la pintura ocupa un papel central. Sin perder de vista esa centralidad de la pintura, sin embargo, a lo largo de más de cuatro décadas la labor creativa de Pablo Sycet se ha ido desplegando en un amplio abanico de campos complementarios: la edición, la tipografía, el diseño gráfico, la fundación de galerías de arte, la organización de exposiciones, las letras de canciones, la producción musical, etc. Además, ha sido un puente fundamental tanto desde el punto de vista geográfico como desde el generacional. Geográficamente hablando, por él han circulado buena parte de los caminos que han unido Andalucía y Madrid durante estas décadas. Aunque su residencia habitual ha sido madrileña, nunca ha renunciado a sus vínculos andaluces. Desde el punto de vista generacional, también ha conectado a los artistas de las generaciones anteriores a la suya -de Gordillo a Guerrero- con las posteriores, incluidos los jovencísimos artistas emergentes de este mismo momento.