Este proyecto está planteado como un encuentro afortunado entre la obra de dos autores que comparten afinidades en su
manera de pintar, pensar y defender un territorio expresivo. Partiendo desde el compromiso con la pintura, la idea de esta
propuesta es adentrarse por determinadas zonas contiguas entre uno y otro, un itinerario que debe entenderse como una
conversación abierta entre un maestro y uno de sus discípulos. De hecho, implícitamente, Rubén Guerrero perpetua el
compromiso con la gramática de la pintura que defendió José Guerrero.

Por tanto, sin intención de ser concluyente, esta exposición debería valorarse como un atlas particular que intenta reflejar
determinados interiores intangibles de lo pictórico, indagando no sólo en las energías comunes, sino más bien quizás en
aquello imperceptible que pocas veces se tiene en cuenta, algo indeterminado que trasciende lo descriptivo de un lenguaje
para centrarse en lo constitutivo.

El argumento de este proyecto poco o nada se aproxima a lo narrativo; no se cuenta ninguna historia ni existe un tema que
sirva de pretexto para acabar precisando un relato, ya sea de una manera u otra. Tampoco es una cuestión de estilo, cada
uno de ellos pinta de forma distinta y posee una identidad bien definida. La compatibilidad se establece porque comparten
idioma y territorio. Se comunican con el mismo medio; salvando las distancias, sus preocupaciones son semejantes a la hora
de afrontar un cuadro, aunque luego cada uno lo resuelva acorde con su carácter y su modo de entender el trabajo.
En esta propuesta la pintura se asume como un hecho sustancial. No funciona como recreación o representación, se acepta
en su condición de realidad autónoma capaz de tomar el máximo protagonismo y provocar fricciones dialécticas. Al acercar
campos semánticos dispares, se produce una nueva energía más densa y con una pulsión más vibrante. Si por separado sus
obras desprenden un carisma especial que las hace reconocibles, ese atractivo se potencia aquí al presentar un punto de
vista inédito que permite valorar a cada uno de manera exponencial en relación con el otro, estableciendo una continuidad
evidente que perpetúa el legado de José Guerrero y fija el cimiento primero de Rubén Guerrero.

  • Fechas: Desde el 29 de enero al 26 de abril de 2026
  • Lugar: Centro José Guerrero
  • Organiza: Centro José Guerrero. Diputación de Granada