Colegio de los Escolapios a principios del siglo XX.
La Graduada y los Escolapios (1914-1928)
La infancia de José Guerrero fue la de un niño pobre pero feliz. Sujeta a las precariedades que la realidad de principios de siglo les deparaba a los de condición humilde, conoció en pocos años varios domicilios (Horno de Haza, 1; calle Molinos esquina a Vistillas; Chite, pueblo del que era natural su madre, mientras duró la emigración del padre a Cuba; Horno de Abad, 13), y hasta tres centros educativos: la Escuela Graduada de la calle Gran Capitán (1920), el colegio protestante de la calle Tendilla (al que acudió durante una breve temporada en 1923), y, finalmente, desde el mismo 1923, los Escolapios, donde prosiguió sus estudios hasta 1928.