Gisèle Freund (Berlín, 1908-París, 2000) fue una fotógrafa excepcional, nacida en Alemania y de origen judío. Su padre le regaló una Leica cuando era adolescente. Estudiante de la escuela de sociología de Frankfurt, en sus primeros trabajos se revela fundamentalmente como fotoperiodista, y son un reflejo de sus ideas políticas, por las que deja su país con el ascenso de Hitler al poder y se instala en Francia. Allí, a mediados de los años 1930, empieza a captar con su objetivo rostros y momentos de la vida de artistas y escritores, lo que define un rumbo nuevo y duradero en su obra. Genera también un legado compuesto de importantes escritos sobre fotografía, como su tesis, defendida en la Sorbona en 1936 en un acto al que acudió Walter Benjamin pero que se divulgó en los años 70 con el título La fotografía como documento social, considerado un texto de vanguardia en la sociología de la imagen. Trabajó arduamente hasta la década de 1990, cuando se le dedica una gran retrospectiva en el Centro Pompidou de París.

Esta exposición dará a conocer una parte inédita de su fondo personal, depositado en el IMEC (Institut Mémoires de l’Édition Contemporaine) de Caen. Estará compuesta de retratos de personalidades, escritores y artistas hispanoamericanos, además de paisajes, e incluye fotografías en color y blanco y negro. El conjunto, de más de cincuenta obras, revela un itinerario vital; que son en realidad varios itinerarios por la diversidad de personajes, y porque algunos fueron revisitados en otras épocas por la fotógrafa en un extenso lapso de vida activa.