Comisario: Francisco Ramallo

 

Pintar peor (D’après Eduardo) gira en torno a la relación personal, artística, conversacional, de aprendizaje, y coincidencia entre José́ Guerrero, Miguel Ángel Campano y Eduardo Martín del Pozo. El proyecto muestra los resultados pictóricos, fruto de encuentros de diferente índole entre aquellos, dentro del caleidoscópico contexto de relaciones de la pintura actual y sus vínculos con generaciones anteriores.

A partir del interés de Martín del Pozo por el diálogo pintura-música, y en especial por las composiciones de Morton Feldman, (a quien Philip Guston describía como a un interlocutor que le recordaba que no estaba loco), la exposición funciona como una suerte de fuga que rompe la cronología lineal. Los parentescos entre las obras aparecen a partir de desarrollos, variaciones, reexposiciones, sucesiones o ecos de las coincidencias artísticas y biográficas que se producen entre los tres artistas. Esto también permite releer la pintura de José Guerrero, en función de los ritmos marcados por la disposición de las obras de los otros dos pintores.

En un desarrollo espacio-temporal no exento de anacronismos, analepsis o repeticiones, basado en las fases de trabajo de Martín del Pozo, los recorridos de la exposición que cruzan el museo se entrelazan a medida que se asciende por el edificio, en tres áreas simultáneas. Los intereses pictóricos de José́ Guerrero y su asunción por Eduardo Martín del Pozo, un pintor con el que nunca coincidió, pero en cuya obra se encuentra presente; el aprendizaje y la relación pictórica entre José́ Guerrero y Miguel Ángel Campano; y cómo ello se desliza en la pintura de Martín del Pozo, a través de su relación personal y artística con Campano. Esto también se materializa en un intercambio de pinturas, papeles, documentos, objetos, versiones recíprocas, y en lo que Campano recoge de la pintura de Martín del Pozo en su propia obra, como es el caso de la pieza que el primero titula D’après Eduardo.

Las imágenes «se desplazan» entre las salas, proponiendo parentescos que se confirman o se resuelven al finalizar el trayecto, cuando regresamos a la planta baja para salir a la calle. Una vez se transita del color a la simetría, la exposición lleva al gesto pictórico. Después conduce a la forma, como un preámbulo de la presencia del negro en la pintura de Guerrero y Campano, para terminar en las posibilidades de luz de este color, en la propuesta pictórica del tercer artista. En el tránsito se muestran obras que Martín del Pozo hizo en el estudio de Campano, a quien no le convencía ni el excesivo uso del negro que el primero ejercitaba, ni su recurrente simetría. En esos días, Campano le regala uno de los consejos más útiles de su carrera: «pintas muy bien, Eduardo, pero quizá deberías pintar peor». Con ecos de ese «dejar al propio instinto su biológico y semántico inundar», que señalaba Saura a propósito de la pintura, el consejo ha devenido en el título de este bucle pictórico en cuatro plantas, así como en una suerte de ritmo energético para futuras obras.

  • Fechas: Desde el 23 de enero al 20 de abril de 2025
  • Lugar: Centro José Guerrero
  • Organiza: Centro José Guerrero. Diputación de Granada
  • Comisariado: Francisco Ramallo