• Paisaje horizontal
  • 1969
  • Óleo sobre lienzo
  • 114 x 195 cm

En la obra que aquí realiza durante los últimos años sesenta es donde se consolida lo que cabe llamar el sistema Guerrero. Es entonces cuando comienza a concederle gran importancia a los bordes, a las fronteras, a las zonas en que unos colores coexisten con otros. Es entonces cuando se percata definitivamente de que, más que la acción propiamente dicha –que todavía la va a haber—lo que le interesa es que el color fluya, que la pintura respire, que el cuadro sea como un ring de boxeo, tensado por los cuatro costados, vibrante, luminoso, cargado de energía.

JUAN MANUEL BONET