Al año de su inauguración, y después de haber dado a conocer, en sus primeros meses, la mayor parte de su Colección, el Centro José Guerrero presenta, dentro de una cuidada selección, los cuadros aún no vistos del pintor, fundamentalmente referidos a su primera etapa creativa. Se recogen así tanto algunas de sus últimas obras figurativas -en las que a los modelos de Paul Klee y Pablo Picasso se sumó el del recién descubierto Henry Matisse, cuyo magisterio a partir de entonces sería constante (junto al Autorretrato, La aparición y la Panorámica de Roma, en la que las vibraciones cromáticas casi ahogan ya por completo a las figuras)- una de las tentativas semi-abstractas de finales de los años cuarenta (Dos hilanderas) y las primeras pinturas propiamente abstractas, tras su aprendizaje del nuevo lenguaje y sus experimentaciones gráficas de mano de Stanley William Hayter, y con las miras puestas, entre otros, en Joan Miró, Arshile Gorky y los inicios del expresionismo abstracto, marcadamente “sígnicos”. Se completa de este modo la exposición de la Colección del Centro, no presentada por entero desde el principio porque la obra de Guerrero, de fuerte presencia física, necesita respirar, como decía el propio artista, y no estar agobiada.

  • Fechas: 1 de junio de 2001 al 20 de enero de 2002
  • Lugar: Centro José Guerrero
  • Organiza: Diputación de Granada, Centro José Guerrero