En fechas muy recientes ha visto la luz el primer catálogo razonado de José Guerrero (Granada, 1914 – Barcelona, 1991), que recoge los frutos de un largo trabajo de investigación iniciado hace años bajo la dirección del Centro José Guerrero, y desarrollado tanto por personal del mismo como por la investigadora independiente Inés Vallejo. Los resultados de esa investigación permiten descubrir un artista más complejo, más poliédrico y experimental, autor de una obra más diversa de la que, por diversas razones, se había mostrado, especialmente en los años de su mayor proyección en nuestro país (finales de los años setenta y ochenta). A muchos podrá sorprender, así, el hallazgo de diversos conjuntos de trabajos hasta ahora muy poco difundidos. Todo lo cual aconsejaba acometer una serie de exposiciones monográficas en las que se abordara el estudio en profundidad y se difundieran los periodos menos conocidos de la intensa carrera de Guerrero.

Esta exposición es la que inicia esa serie. Se centra, por vez primera, en los años de formación del pintor, permite reconstruir sus pasos en pos de la abstracción y muestra al público, junto a obras que nunca antes se habían visto en España, algunos de los mejores logros del “Guerrero antes de Guerrero”, como lo denomina, en las páginas del catálogo, Juan Manuel Bonet. La selección de obra, que reúne fundamentalmente lienzos, pero también papeles (procedentes, unas y otros, de diversas colecciones e instituciones artísticas, tanto españolas como internacionales), se ha realizado atendiendo tanto a su representatividad de las preocupaciones e intereses plásticos de Guerrero en los años objeto de estudio, y a su excelencia, como al esquema argumental del que nos hemos valido para presentar las primeras fases de la evolución de su lenguaje, esquema proporcionado por la singladura vital del artista. En efecto, lo que se propone es una sucesión de conjuntos significativos de trabajos realizados en los distintos escenarios geográficos e históricos en los que transcurrió la vida de Guerrero, guiada por su determinación de aprender el arte y la modernidad.

Al ser la suya una subjetividad muy permeable tanto a los espacios como a los ambientes culturales en torno, estos dos elementos (la producción paisajística y el impacto recibido de los estilos imperantes) testimonian no sólo su experiencia, sino también la de la época. Y es que el arte siempre ha sido un especial sismógrafo para detectar no sólo las conmociones íntimas de los autores, sino también los cataclismos y los cambios más sutiles de la sociedad de la que forman parte. José Luis Pardo, por ejemplo, ha explicado con minuciosidad y tino cómo los espacios (se) impresionan (en) la subjetividad, y a través de ella en las telas, y es un tópico secular la recurrencia a la pintura para ilustrar la Historia. De modo que por medio de estos conjuntos de obras podemos asomarnos tanto al hombre como a su circunstancia.

  • Fechas: 16 de Octubre de 2008 al 11 de Enero de 2009
  • Lugar: Centro José Guerrero
  • Organiza: Centro José Guerrero y Ministerio de Cultura Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior, SEACEX
  • Comisariado: Francisco Baena y Yolanda Romero