Jesús Zurita establece un dialogo único con Guerrero a través de grandes murales
La exposición “Raja y grieta. El aire en Guerrero”, inaugurada hoy en el Centro Guerrero de la Diputación, podrá visitarse hasta el 2 de octubre
La Colección del Centro Guerrero se exhibe de nuevo al público hasta el próximo otoño bajo la presentación insólita del artista plástico Jesús Zurita (Ceuta, 1974). El artista, afincado en Granada desde que era estudiante en la Facultad de Bellas Artes, establece un particular diálogo entre su propia obra, compuesta en su mayor parte por grandes murales pintados para esta exposición, con una singular muestra de la obra de José Guerrero, con la cual compone a su vez grandes murales que generan encuentros plásticos insólitos.
La diputada provincial de Cultura y Memoria Histórica y Democrática, Fátima Gómez, ha señalado durante la presentación que esta exposición es la segunda muestra, tras la de José Piñar “Detrás de la línea, por favor” de una serie titulada “La Colección del Centro vista por los artistas” en la que jóvenes artistas locales dialogan con la obra de José Guerrero y revitalizan de esta forma la Colección del Centro Guerrero, dependiente de la Diputación de Granada. Gómez ha recordado que José Guerrero se caracterizó siempre por ayudar a los jóvenes artistas de las nuevas generaciones.
La concejal de Cultura del Ayuntamiento de Granada, María de Leyva, ha destacado que “el Centro Guerrero es uno de los espacios más importantes de la cultura granadina y que el consistorio presta su colaboración en este ciclo al tratarse de “un juego de espejos entre el artista consagrado y el artista joven”.
El director del Centro Guerrero, Francisco Baena, ha recordado que la exposición supone “el broche de la relación de Jesús Zurita con José Guerrero y con el propio Centro, que se remonta a una exposición colectiva en 1999, pasa por su colaboración en la muestra “El efecto Guerrero” en 2006, junto a Simón Zabell y despunta en el ciclo de conferencias “Cuarenta pinturas en busca de voz” en 2014.
Por su parte, Jesús Zurita ha reconocido su importante vínculo con el museo, primero como visitante y montador de exposiciones y luego por su amistad personal con el arquitecto responsable del Centro, Antonio Jiménez Torrecillas. Zurita ha justificado la creación de grandes murales en su voluntad de vincular al espectador espacial y emocionalmente en ese diálogo artístico con José Guerrero, el ambiente, el aire, aquello que vincula la obra con la experiencia del espectador. La exposición es, en definitiva, una singular ascensión por el museo a través de sus cuatro plantas”.