Grabado
Una plancha inédita de José Guerrero circa 1949-1950
Aguafuerte, buril y punta seca
14,8 x 10 cm
Centro José Guerrero, 2020
140 €
Cuando ya estaba impreso el catálogo razonado de la obra gráfica de José Guerrero, en diciembre de 2017, Tony Guerrero descubrió entre las pertenencias de su padre una plancha inédita. Era tarde para incluirla en la obra, pero ya forma parte del cuerpo de su producción en ese ámbito con el número de catálogo 0. Después de considerarlo largamente, y a la vista de su interés en el marco general del trabajo del artista y de lo que puede aportar a los investigadores para el conocimiento de su evolución plástica, el Centro José Guerrero ha decidido hacer una tirada para ponerla a disposición del público interesado.
Como señala en el texto de presentación Francisco Baena, dadas las fechas en las que probablemente la grabó, Guerrero «tuvo que atravesar unas condiciones que no facilitarían su edición. O bien la realizó en sus últimos meses en la Europa continental, antes de pasar a Londres, o bien durante su breve estancia en la capital inglesa, o ya recién llegado a Nueva York, en el Atelier 17 de Stanley William Hayter. (…) Si fue allí donde grabó la plancha, tuvo que ser uno de sus primeros ejercicios para iniciarse en las técnicas del grabado calcográfico, que no nos consta que hubiera aprendido previamente, ni en la Academia de Bellas Artes en Madrid ni en la Escuela de Artes y Oficios en Granada. Para ello, recurriría al universo formal en el que estaba expresándose en ese momento: una neofiguración cada vez más estilizada de cuyos códigos pronto, animado por Hayter, se iría desembarazando para abrazar la abstracción, dejando ya toda inercia o residuo figurativo como un lastre con el que no merecía la pena seguir cargando. Por eso los primeros trabajos que comercializó en el nuevo mundo habrían dejado atrás imágenes como esta, lo que explicaría que hubiera considerado la plancha como uno de esos restos que no le convenía ya airear. Aunque también puede ser que la hubiera grabado aún en Europa, en algún taller parisino, belga o londinense del que no tenemos noticia, a la vez que dibujaba escenas muy parecidas».
La estampación se debe a Denis Long, y el diseño de la carpeta, ajustado a las características de la edición, a Manigua.
Ya a la venta en la librería del CJG.